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No se sabe positivamente quien fue la persona de este santo Evangelista. Lo que parece mas bien fundado es, que de ninguna manera se debe confundir con aquel Marcos, primo de San Bernabé, de quien se habla en varios lugares de los Hechos de los Apóstoles; y es muy probable, que sea el mismo, à quien San Pedro llamá hijo suyo 1, sin duda por haberle convertido á la fe, y llevado en su compañía como intérprete y discípulo. Acompañó á Roma á su santo maestro el año cuarenta y cuatro de Jesucristo; y alli fue en donde escribió su Evangelio à instancias de los fieles, que habian oido predicar á San Pedro. Condescendió con sus ruegos por un movimiento interior del Espiritu Santo; y el Principe de los apóstoles, viendo, que lo que habia escrito este amado discípulo é hijo suyo, era en todo conforme á lo que él predicaba y habia visto por sus propios ojos, lo aprobó, y mandó que se leyese en las iglesias, como

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escritura auténtica 2. El sentimiento de los antiguos es, que aunque San Marcos fue judio de nacion 3, y aun de la familia sacerdotal de Aarón: esto no obstante escribió en griego su Evangelio, por ser entonces esta lengua la que se hablaba comunmente 4. Despues de haberlo escrito, pasó á predicarlo, y llevarlo á Egypto por orden de San Pedro. Pretenden los Venecianos poseer el original escrito en griego de la propia mano de San Marcos; y aunque se dice, que están enteramente gastados y consumidos todos sus caractéres, se guarda con el mayor escrúpulo, y tan bien sellado en el archivo de la principal de sus iglesias, que apenas se deja ver a persona alguna. El Padre Montfaucon, que vió aquel manuscrito de Venecia, cuenta muchas particularidades, que se pueden leer en su Diario 5. La version latina, que tenemos, es muy antigua.

Beda in Marc. tom. IV, pag. 92.4 Angust. de Consens. Evang.

num. 4. Evang. nov. edit. tom. 1.-5 Montfauc. Diar. Ital. cap. Iv, pag. 55.

EL SANTO EVANGELIO DE JESUCRISTO

SEGUN SAN MARCOS.

Capítulo 1.

Predicacion y bautismo de San Juan: su austeridad de vida. Bautiza á Jesucristo, que es tentado en el desierto. Vocacion de Pedro; de Andrés, y de los hijos de Zebedeo. Predica en las sinagogas de Galilea, y cura diversas enfermedades.

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nitium Evangelii Jesu Christi, Filii Dei.

2 Sicut scriptum est in Isaïa propheta: Ecce ego mitto angelum meum ante faciem tuam, qui præparabit viam tuam ante te.

3 Vox clamantis in deserto: Parate viam Domini: recta facite semitas ejus.

4 Fuit Joannes in deserto baptizans, et prædicans baptismum pœnitentiæ in remissionem peccatorum. 5 Et egrediebatur ad eum omnis Judææ regio, et Jerosolymitæ universi, et baptizabantur ab illo in Jordanis flumine, confitentes peccata sua.

6 Et erat Joannes vestitus pilis cameli, et zonâ pellicea circa lumbos ejus, et locustas, et mel silvestre edebat. Et prædicabat dicens :

7 Venit fortior me post me: cujus non sum dignus procumbens solvere corrigiam calceamentorum ejus.

8 Ego baptizavi vos aquâ, ille vero baptizabit vos Spiritu Sancto.

9 Et factum est in diebus illis venit Jesus à Nazareth Galilææ, et baptizatus est à Joanne in Jordane.

10 Et statim ascendens de aqua, vidit cœlos apertos, et Spiritum tamquam columbam descendentem et manentem in ipso.

11 Et vox facta est de cœlis: Tu es Filius meus dilectus, in te complacui.

1 Algunos juntan estas palabras con las siguientes de este modo: Initium Evangelii Jesu Christi, sicut scriptum est, etc., significando que la predicacion evangélica de Jesucristo tuvo principio, cuando y como la habian anunciado los profetas; y de este modo lo distinguen todos los códices é intérpretes griegos. Mas los códices latinos las separan de manera, que sicut scriptum est sea principio de una nueva sentencia, cuyo sentido depende de lo que se sigue de este modo: En cumplimiento de lo que está escrito en los profetas, Juan estuvo en el desierto bautizando, etc. Y así parece que S. MARCOS puso absolutamente en el exordio de su historia: Initium Evangelii, del mismo modo MATHEO: Liber generationis Jesu Christi.

que SAN

2 El Griego: rais apophtais, en los profetas. Estos son dos testimonios de dos profetas, á saber es, de ISAIAS XL, 3, y de MALACHIAS III, 1. Si esto es así, ¿cómo SAN MARCOS cita aquí solamente á ISAIAS? Unos responden á esta dificultad diciendo: que el nombre de Isaias no se halla en la mayor parte de los manuscritos griegos, ni en S. IRENEO, ni en otros autores antiguos, en donde solamente se lee: sicut scriptum est in prophetis. Otros creen que como estos dos testimonios miraban á un mismo sugeto, esto es, al Bautista; y como ISAIAS, mas célebre sin comparacion que

1 Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios 1.

2 Así como está escrito en Isaías el profeta 2: He aquí yo envio á mi ángel delante de tu faz, que preparará tu camino delante de tí.

3 Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor: haced derechas sus sendas.

4 Estaba Juan en el desierto bautizando, y predicando el bautismo de penitencia para remision de pecados.

4

5 Y salia á él toda la tierra de Judea, y todos los de Jerusalém; y eran bautizados por él en el rio Jordan, confesando sus pecados.

6 Y Juan andaba vestido de pelos de camello, y traia un ceñidor de piel alrededor de sus lomos, y comia langostas, y miel silvestre. Y predicaba diciendo :

6

7 En pos de mí viene el que es mas fuerte que yo: ante el cual no soy digno de postrarme para desatar la correa de sus zapatos.

8 Yo os he bautizado en agua, mas él os bautizará en Espíritu Santo.

9 Y aconteció, que en aquellos dias Jesús vino de Nazareth de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordan.

10 Y subiendo luego del agua, vió los cielos abiertos, y al Espíritu, en figura de paloma, que descendía y posaba en él mismo.

11 Y se oyó esta voz de los cielos: Tú eres mi Hijo el amado, en tí me he complacido.

MALACHIAS fue el primero que lo apuntó, se contentó SAN MARCOs con citar solamente á ISAIAS. 3 MS. Que escombre tu carrera.

MS. Bateávalos: y de aquí entre el vulgo ha quedado y se conserva aun el nombre de batéo.

En el Oriente habia varias especies de langostas, aunque todas parecidas en la figura á las que se conocen en el Occidente. Del Levítico, y de los autores profanos se entiende que las de aquel país eran comestibles: y así no debe estraningun condimento. Miel silvestre era la que las abejas, que ñarse que San Juan se alimentara de ellas, bien que sin abundan mucho en aquellos paises cálidos, fabricaban en las concavidades de los árboles, ó en las hendiduras de las peñas sin dueño ni cuidado de nadie.

6 El Griego: xúas encorvado. Todo este lugar queda ya esplicando en el principio del Cap. 11 de S. MATHEO, á donde

remitimos al lector.

á

quien se dirigia la voz del Padre, y despues á Juan, que 7 Parece se refiere el testo con mas propiedad á Jesús, tambien vió, y por su causa se obró este milagro. JOB. 1, 33. 8 Al Espíritu Santo.

9 En el testo griego no se leen estas palabras.

a Malach. II, 1.-b Isai. XL, 3. Joan. 1, 23. Luc. m, 4.- Matth. In, 5.-d Levit. x1, 22. Matth. m, Luc. in, 16. Joan. 1, 27. Actor. 1, 5. et 11, 4. et x1, 16. et xix, 4. Luc. 1, 22. Joan. 1, 32.

12 Et a statim Spiritus expulit eum in desertum. 13 Et erat in deserto quadraginta diebus, et quadraginta noctibus et tentabatur à Satana eratque cum bestiis, et angeli ministrabant illi.

14 Postquam baulem traditus est Joannes, venit Jesus in Galilæam, prædicans Evangelium regni Dei, 15 Et dicens: Quoniam impletum est tempus, et appropinquavit regnum Dei : pcenitemini, et credite Evangelio.

16 Et præteriens secus mare Galilææ, vidit Simonem, et Andream fratrem ejus, mittentes retia in mare (erant enim piscatores),

17 Et dixit eis Jesus: Venite post me, et faciam vos fieri piscatores hominum.

12 Y luego el Espíritu le impelió al desierto '. 13 Y estuvo en el desierto cuarenta dias, y cuarenta noches: y le tentó Satanás: y moraba con las fieras y los ángeles le servian:

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14 Mas despues que Juan fue preso, viro Jesús á la Galilea, predicando el Evangelio del reino de Dios, 18 Y diciendo Pues que el tiempo se ha cumplido, y se ha acercado el reino de Dios: haced penitencía, y creed al Evangelio $.

16 pasando por la ribera del mar de Galilea, vió á Simon, y á Andrés su hermano, que echaban sus redes en la mar", (pues eran pescadores).

17 Y Jesús les dijo: Venid en pos de mí, y haré que vosotros seaís pescadores de hombres.

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1 El Griego: xbálka, le echa, le impele. Este fuè el Espíritu Santo que le impelió al desierto. Se significa en esto la eficacia del espíritu que habia en Jesucristo, y la que hay en todos los que poseen este mismo divino espíritu; pues no solamente muestra á sus santos lo que deben hacer, sino que se lo hace practicar sin detencion y con alegría. Por esto dice S. PABLO ad Roman. vi, 14. Todos los que son guiados por el espiritu de Dios, los tales son hijos de Dios.

2 El Griego: ixti, allí. Las circunstancias de estas tentaciones se pueden ver en el Cap. Iv de S. MATHEO, y tambien lo que dejamos allí notado.

18 Y luego dejadas las redes, le siguieron.

9

19 Y pasando un poco mas adelante, vió á Santiago hijo de Zebedeo, y á Juan su hermano que estaban tambien en un barco componiendo las redes:

20 Y luego los llamó. Y ellos, dejando en el barco á Zebedeo su padre con los jornaleros 10, le siguieron 11.

3 Sin que estas le ofendiesen, como Adam antes de su caida. Este tiempo es, como dice S. PABLO ad Galat. IV, 3, 4, el que precedió á la venida del Salvador.

El Griego: To evayyedio, en el Evangelio.

6 El Griego: nepirnator di, y paseándose.

7 El Griego : ἀμφίβληστρον ἐν τῇ θαλάσσῃ, la red en la mar.

8 El Griego: Sixtov avtoa, sus redes. OMS. Y ague, etc., guisando sus redes.

10 MS. Con los hombres logados.

11 El Griego: or onion avrov, fueron en pos de él.

a Matth. IV, 1. Luc. 1, 4.-b Matth. IV, 12. Luc. IV, 14. Joan. iv, 43.-e Matth. v, 18. Luc. v,

2.

21 Et ingrediuntur Capharnaum: et statim sabbatis ingressus in synagogam, docebat eos.

22 Et stupebant super doctrina ejus erat enim docens eo, quasi potestatem habens, et non sicut scribæ.

23 Et erat in synagoga eorum homo in spiritu immundo, et exclamavit,

24 Dicens: Quid nobis, et tibi Jesu Nazarene : venisti perdere nos? Scio qui sis, Sanctus Dei.

25 Et comminatus est ei Jesus, dicens: Obmutesce et exi de homine.

26 Et discerpens eum spiritus immundus, et exclamans voce magnâ, exiit ab eo.

27 Et mirati sunt omnes, ita ut conquirerent inter se dicentes: Quidnam est hoc? ¿Quænam doctrina hæc nova? Quia in potestate etiam spiritibus immundis imperat, et obediunt ei.

28 Et processit rumor ejus statim in omnem regionem Galilææ.

29 Et protinus egredientes de synagoga, venerunt in domum Simonis, et Andreæ, cum Jacobo, et Joanne.

30 Decumbebat autem socrus Simonis febricitans:" et statim dicunt ei de illa.

31 Et accedens elevavit eam, apprehensâ manu ejus: et continuo dimisit eam febris, et ministrabat eis.

32 Vesperè autem facto cùm occidisset sol, afferebant ad eum omnes malè habentes, et dæmonia habentes:

33 Et erat omnis civitas congregataad januam. 34 Et curavit multos, qui vexabantur variis languoribus, et dæmonia multa ejiciebat, et non sinebat ea loqui, quoniam sciebant eum.

35 Et diluculo valdè surgens, egressus abiit in desertum locum, ibique orabat.

1 El testo sagrado dice sabbatis, lo que se puede esplicar un dia de sábado, tomándose el plural por el singular. Y tambien los sábados, de suerte, que entendamos, que siendo sábado el dia en que entró Jesús en Capharnaum, se fue inmediatamente á la synagoga, y continuó haciendo lo mismo todos los sábados, mientras que permaneció en la ciudad. 20 doctores ordinarios de la nacion, que entretenian el tiempo con cuestiones vanas que la curiosidad y ociosidad habian inventado, y á las que daba lugar la ley ceremonial. Jesucristo enseñaba y practicaba una moral sublime, que siendo contraria á las preocupaciones é inclinaciones de los hombres, al mismo paso que por su nobleza arrebataba la admiración de los que la escuchaban, debia escitar la contradicion de los que pagados de sí mismos, no conocian otra ley que la que ellos interpretaban á su modo. Enseñaba asimismo con autoridad y con una autoridad que le era propia, esto es, divina, como ellos mismos estrañándolo, lo confiesan, v. 27. Yo os digo, JOANN. VIII, 12. Yo, que soy la luz del mundo: Yo, que soy la palabra, que estaba con Dios desde el principio, Cap. 1, 1. Yo, que soy aquella sabiduría, que asistí á todos sus consejos y que tracé con él el plan del universo. Los doctores judios solamente se apoyaban en las tradiciones, opiniones y decisiones de sus antepasados y predecesores, que habian sido maestros de sus escuelas. Y asi la autoridad en que se apoyaban, era puramente humana. 3 Un endemoniado. Todo espíritu malo es llamado inmundo ó impuro, por contraposicion al Espíritu Santo. El Griego: ea, ¡ah!

MS. ¿Venistenos á astragar?

6 El Griego: olsa oɛ vís ɛi, te conozco quien eres. El Santo de Dios; esto es, el Santo por escelencia, el Santo de los santos, que es el Mesías. Parece que aquí el espíritu maligno confiesa la divinidad de Jesucristo, quejándose de que habia venido á atormentarle y á destruir su imperio. SAN GERÓNIMO afirma que no era un claro conocimiento, el que tenia el demonio de la divinidad de Jesucristo, sino una sospecha solamente. Y S. AGUSTIN dice, que el Señor se dejaba conocer de los demonios, en cuanto era necesario para cum

21 Y entraron en Capharnaum: y luego en los sábados como entrase en la synagoga, los enseñaba 1. 22 Y se pasmaban de su doctrina: porque los instruia, como quien tenia potestad, y no como los escribas 2.

23 Y habia en la synagoga de ellos un hombre poseido de un espíritu inmundo, que conmenzó á gritar,

24 Diciendo: ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno has venido á destruirnos 5? Sé quien eres, el Santo de Dios.

25 Y le amenazó Jesús, diciendo: Enmudece, y sal del hombre.

26 Y maltratándolo reciamente el espíritu inmundo, y dando grandes alaridos, salió de él.

27 Y se maravillaron todos, de tal manera que se preguntaban los unos á los otros, diciendo: ¿Que es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta ? Que manda con imperio aun á los mismos espíritus inmundos, y le obedecen.

28 Y corrió luego su fama por toda la tierra de Galilea.

29 Y saliendo luego de la synagoga, fueron á casa de Simon, y de Andrés, con Santiago y con Juan.

30 Y la suegra de Simon estaba en cama con fiebre: le hablaron luego de ella.

Y 31 Y acercándose, la tomó por la mano, y la levantó y al momento la dejó la fiebre, y les servia. 32 Y por la tarde puesto ya el sol, le traian todos los que estaban enfermos 10, y los endemoniados:

33 Y toda la ciudad se habia juntado á la puerta. 34 Y sanó á muchos, que eran afligidos de diversas 14 enfermedades, y lanzaba muchos demonios, y no les permitia decir, que sabian quién era.

11

35 Y levantándose muy de mañana salió, y fue á un lugar desierto, y hacía allí oracion.

plir los designios de su sabiduría. Y esto no segun se comunica y alumbra á las almas de los justos, sino por algunas señales temporales y esteriores de su poder, las cuales podian ser percibidas por la inteligencia de los espíritus malignos. Cuando el Señor suspendia estas señales visibles, el mismo principe de los demonios entraba luego en duda sobre este punto; y así se ve que le tentó en el desierto para conocer si era el Cristo.

7 Este hombre poseido del demonio es una viva imágen de aquellos, que estando inetidos en los vicios, quieren con. vertirse á Dios. Luego que una alma empieza á disgustarse de sí misma para volverse á su Criador, el antiguo é implacable enemigo de su salud mueve en ella tentaciones mucho mas violentas que las que esperimentaba antes; pero entonces con el ejemplo de este endemoniado debe hacer frente al furor de su enemigo, sin turbarse por los nuevos esfuerzos que hace contra ella; pues estos pueden aprovechar para convencerla de su propia flaqueza y de la necesidad que tiene del socorro del Salvador, con el cual todos los ardides de este espíritu tentador, lejos de dañarle, se le convertirán en mayor bien y provecho. S. GREGORIO MAGNO.

8 Nueva para los Judíos que hasta entonces no habian conocido la necesidad que tenian de humillarse para quedar libres de la esclavitud del demonio; y nueva para los gentiles, á quienes el ejemplo de un Dios encarnado era todavía nuevo, pero necesario para inspirarles una verdad tan opuesta á su orgullo y vanidad.

9 Jesús y sus discipulos, etc., à casa de Simon Pedro.

10 En el Cap. IV, 23 de S. MATHEO y en otras partes se dice que curaba toda dolencia y toda enfermedad. Omnem languorem, et omnem infirmitatem; y en el testo griego se leen las palabras νόσον η μαλακίαν, sobre lo cual debe advertirse, que vóoos significa una larga y duradera indisposicion de cuerpo, que llamamos enfermedad: paλaxia es aquel descaecimiento de fuerzas, y aquella languidez que se esperimenta antes ó despues de la enfermedad.

14 MS. Y sanó muchos de departidas enfermedades.

a Matth. IV, 13. Luc. IV, 31.-b Matth. vii, 28. Luc. iv, 32.- Luc. iv, 33.-d Matth. vi, 14. Luc. iv, 38.- Luc. iv, 41.

36 Et prosecutus est eum Simon, et qui cum illo

erant.

37 Et cùm invenissent eum, dixerunt ei: Quia omnes quærunt te.

38 Et ait illis: Eamus in proximos vicos, et civitates, ut et ibi prædicem : ad hoc enim veni.

39 Et erat predicans in synagogis eorum, et in omni Galilæa, et dæmonia ejiciens.

40 Et venit ad eum leprosus deprecans eum: et genu flexo dixit ei: Si vis, potes me mundare.

41 Jesus autem misertus ejus, extendit manum suam et tangens eum, ait illi: Volo: Mundare. 42 Et cùm dixisset, statim discessit ab eo lepra, et mundatus est.

43 Et comminatus est ei, statimque ejecit illum, 44 Et dicit ei: Vide nemini dixeris: sed vade, ostende te principi sacerdotum, et offer pro emundatione tua, quæ præcepit Moyses in testimonium illis.

45 At ille egressus cœpit prædicare, et diffamare sermonem, ita ut jam non posset manifestè introire in civitatem, sed foris in desertis locis esset, et conveniebant ad eum undique.

36 Y fué en pos de él Simon, y los que con él estaban.

37 Y cuando le hallaron, le dijeron: Todos te andan buscando.

38 Y les dice: Vamos á las aldeas, y ciudades mas cercanas 1, para predicar tambien alli: porque para esto he venido.

39 Y predicaba en las synagogas de ellos, y por toda la Galilea, y lanzaba los demonios.

40 Y vino á él un leproso, rogándole: é hincándose de rodillas, le dijo: Si quieres puedes limpiarme. 41 Y Jesús compadecido de él, estendió su mano: tocándole, le dijo: Quiero : Sé limpio.

y

42 Y dicho esto, en el momento desapareció de él la lepra, y fue limpio.

43 Y Jesús le amenazó, y luego le despidió,

44 Y le dice: Cuidado, que no lo digas á nadie: mas ve, preséntate al príncipe de los sacerdotes, y ofrece por tu limpieza, lo que mandó Moysés en testimonio á ellos .

45 Mas él, luego que salió, comenzó á publicar, y divulgar lo acaecido, de manera que Jesús ya no podia entrar manifiestamente en la ciudad 7, sino que estaba fuera en lugares desiertos, y acudian á el de todas partes.

Capitulo II.

Sana á un paralitico, y le perdona sus pecados. Comiendo en compañía de muchos publicanos en casa de Leví, á quien habia llamado á su seguimiento, da la razon de ello á causa de las murmuraciones de los phariscos, de que conversaba con los pecadores, y que no ayunasen sus discípulos; y disculpa á estos de que en el dia de sábado cogiesen espigas."

1 Et iterum intravit Capharnaum post dies,

2 Et auditum est quòd in domo esset, et convenerunt multi, ita ut non caperet neque ad januam, et loquebatur eis verbum.

3 Et venerunt ad eum ferentes paralyticum, qui à quatuor portabatur.

4 Et cùm non possent offerre cum illi præ turba, nudaverunt tectum ubi erat: et patefacientes submiserunt grabatum, in quo paralyticus jacebat.

5 Cùm autem vidisset Jesus fidem illorum, ait paralytico Fili, dimittuntur tibi peccata tua.

6 Erant autem illic quidam de scribis sedentes, et cogitantes in cordibus suis.

7¿Quid hic sic loquitur? blasphemat ". ¿Quis potest dimittere peccata, nisi solus Deus?

8 Quo statim cognito Jesus spiritu suo quia sic cogitarent intra se, dicit illis: ¿Quid ista cogitatis in cordibus vestris?

9 ¿Quid est facilius, dicere paralytico: Dimittuntur

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3 El Griego: Tiɛpɛi, al sacerdote, Véase el Cap. vi, 1 de S. MATHEO. Muchos op nan que este leproso es diferente. Para que les sirva de testimonio y que no puedan decir que ha venido á destruir la ley. MATHEO VIII, 4.

El Griego: modλá, á divulgar grandemente lo acaecido. 6 Esto es, no queria entrar por evitar el tumulto, y por darnos un ejemplo de renunciar á todo sentimiento de amor propio y de vanagloria. ¿Quién no se estremecerá viendo aqui à Capharnaum elevada hasta el cielo por las grandes y particulares gracias que recibe del Señor; y despues amenazada por la boca de la misma verdad que habia de ser abatida hasta el profundo de los infiernos, MATHEO XI, 20, 23, y tratada el dia del juicio con mayor rigor que la ciudad de Sodoma? Esto puede servir de escarmiento á los que colmados de beneficios del cielo los olvidan fácilmente, temiendo

a Matth. v, 2. Luc. v, 12.-b Levit. xiv, 4.- Marc. ix, 1.

1 Y entró otra vez en Capharnaum despues de algunos dias,

2 Y se sonó que estaba en una casa, y acudió un tan crecido número de gente, que no cabia ni aun á la puerta, y les hablaba la palabra 10

3 Y vinieron á él trayendo un paralítice, que lo conducian cuatro á cuestas.

4 Y como no pudiesen ponérselo delante " á causa del tropel de la gente, destecharon la cașa en donde estaba y habiendo hecho una abertura, descolgaron la camilla en que yacia el paralítico.

5 Y cuando Jesús vió la fe de ellos, dijo al paralítico 13: Hijo, perdonados te son tus pecados. 6 Y habia allí sentados algunos de los escribas, que decian en su interior.

7 ¿Cómo este hombre habla así? blasfema11. ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?

8 Jesús, conociendo luego su interior, y que pensaban de este modo dentro de sí, les dice: ¿Por qué pensais esto dentro de vuestros corazones?

9 ¿Qué es mas fácil, decir al paralítico 15: Perdo

ser abandonados á la última reprobacion en pena de su olvido y mala correspondencia.

7 El Griego: s æóhir, en poblado.

8 En casa de S. Pedro, donde se hospedaba y donde habia curado á su suegra.

* El Griego: ὥστε μηκέτι χωρεῖν μηδὲ τὸ πρὸς τὴν θύραν. que no cabia ni aun al contorno de la puerta. Neque ad januam.

10 Les predicaba la palabra de Dios, la palabra de salud y de verdad, el Evangelio.

11 El Griego: povezzivar avrḍ, llegar á él.

12 El Griego: topikartes, horadando. Las casas estaban cubiertas con terrados ó azoteas, por donde se podian pasear, como en algunas de nuestras provincias; y la escalera que conducia á ellos solia estar fuera de la casa. 43 MS. Al contrecho.

14 El Griego: τὶ οὗτος οὕτω λαλεῖ βλασφημίας; ¡como este pronuncia blasfemias de esta manera?

18 Esto no se ha de entender de la facilidad de pronunciar las palabras, sino del sentido de ellas. Luc. v, 18.- Job. xiv. 4. Isai. XLIII 25.

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